Yo viajo todos los días. Instalada en el más común de los lugares comunes, puedo decir que lo hago cada noche al tomar mi libro y convertirme, al menos por unos minutos, en otra. Disfrazada he descubierto rincones de ciudades que mis ojos no han visto, desde Alifbay hasta Zemrude. He caminado con Auster por las calles de Nueva York, me he maravillado con los relatos de los habitantes de Comala, he volado con El Principito de planeta en planeta y he corrido sin cansarme la larguísima distancia que hay entre la Tierra de Nunca Jamás y el País de las Maravillas.
Además de la sonrisa de mi madre, no hay nada que atesore más que esos recorridos. Es por eso que decidí dedicar este espacio a ellos, en un intento por compartir aquello que, de cierto modo, le da sentido a mi vida. Bienvenidos. Estoy segura que siempre habrá alguien dispuesto a empacar sus maletas y emprender el viaje conmigo.

6.26.2009

--My dear master, explain red to somebody who has never known red
--"If we touched it with the tip of a finger,
it would feel like something between iron and copper.

If we took it into our palm, it would burn.
If we tasted it, it would be full-bodied, like salted meat.
If we took it between our lips, it would fill our mouths.
If we smelled it, it´s have the scent of a horse.
If it were a flower, it would smell like a daisy, not a red rose"


My Name is red is, at once, a delicious mystery, a vibrant love story and an erudite meditation on the role of art and its tangled bond with the divine. The events revolve around the peculiar murder of Master Elegant Effendi, a miniaturist of the Ottoman Empire (particularly, the reign of Sultan Murat III), who was in charge of the task of creating a secret book celebrating the glories of the Sultan’s realm. The philosophical confrontation between Islamic religious ideas and European artistic style -centered on man- unleashes a number of problems and disputes which are narrated from a dozen of different and fascinating voices.


At a time when the Ottomans' confidence in unstoppable empire had begun to be shaken by the power of the West, the miniaturists get involved in a secrecy of terror and shame: terror of being branded for heresy by the powerful Muslim clergy. Shame, because they are imbued with the tradition they are violating, even as they both long and dread to violate it.* The influence of Infidel art, characteristic of the Renaissance, is already being felt, especially trough Frankish artists and their man-centered vision.


Black Effendi is commissioned by his uncle, Enishte Effendi, to write the contents of the secret book Elegant Effendi had left unfinished. As a boy, Black had lived in his uncle's house and fallen in love with Shekure, his cousin. This interrupted love story is resumed after twelve years of Black’s absence and Shekure´s failed marriage with a handsome army officer (presumably now dead at the hands of the Persians). In this context, Black enters an hallucinating double chase: for the love of his life and for his uncle´s dark murderer.

I strongly recommend "My Name is Red" for anyone interested in Islamic history. From a privileged point of view, Pamuk draws a captivating foreign world, one in which art, power and religion intermingle in intriguing, risky ways.


* From here.

1.29.2009

Mariposa

Tu sexo,
una mariposa negra.
Y no hay metáfora:
entró por la ventana
y fue a posarse
entre tus piernas.

-Francisco Hernández

1.23.2009


I once had a girl / Or should I say, she once had me

El amor incondicional, el dolor que implica convertirse en adulto, la culpa y el sexo -con todas sus posibles combinaciones- son los ingredientes principales de Norwegian Wood. Escrita por Haruki Murakami en 1987, dicha novela toma prestado su título, y más, de la famosa canción de los Beatles.

Toru, el protagonista, tiene solamente 18 años cuando -sin demasiado entusiasmo- llega a estudiar drama a Tokio, en donde empieza a vivir en un dormitorio estudiantil lleno de muchachos, latas de cerveza, cigarros y posters de mujeres desnudas. Su tiempo se divide entre sus clases, la biblioteca y sus intentos por lidiar con el aburrimiento. Todo cambia cuando se topa con Naoko, la novia que su mejor amigo Kizuki abandonó al suicidarse cuando cumplió 17 años. Este encuentro remueve en Toru y Naoko arenas frágiles que no habían sido tocadas desde la muerte de Kizuki: es una especie de encuentro con su irreversible ausencia. Enredada, intensa y llena de recovecos, su amistad empieza a fortalecerse hasta llegar a un punto de no retorno, que no revelaré, el día del cumpleaños número 20 de Naoko.

Es entonces cuando Naoko, abrumada y confundida, cambia su agitada vida en Tokio por una más tranquila en un sanatorio apartado de la civilización. Toru, desesperado, le escribe cartas todos los domigos, que ella contesta ocasionalmente. Su mente a menudo está con Naoko, pero es la segunda mitad de la década de los 60 y la vida en la universidad sigue su curso de manera implacable, y con ella los bares, la biblioteca y las chicas.

Un día caluroso, Midori se hace presente -y con ella la fuerza de un huracán- en la vida de Toru. Al contrario de Naoko, es una mujer desenvuelta, curiosa y llena de vida. El dilema empieza a dibujarse: por un lado, la pasión oscura y contenida de Naoko, por el otro, el enamoramiento tornasol y decidido de Midori. Finalemente, como en toda gran hsitoria, el dilema no se resuelve claramente. Queda un bosque, una melodía y el recuerdo eternamente suave de la piel de una mujer.

1.14.2009

Pantalón blanco y vestido corto de florecitas de colores

El luto no se lleva en la ropa //
Lejos de llevarse en la ropa //
A quién se le ocurre que el luto pueda llevarse en la ropa //

El luto se lleva en ________.
En el paso lento al doblar la esquina o desdoblarla
en el sabor ______ del pan por las mañanas
en la poesía seca o trunca o mutilada
y en lo negro de un corazón que late con repugnante culpa.

- Z

12.15.2008

The meaning of it all

Feynman's last board at Caltech

¿Han escuchado hablar de Richard Feynman? Por si no, les cuento algo de él antes de reseñar el libro que recién abandonó mi buró:

Richard P. Feynman (Nueva York, 1918-Los Angeles, 1988) fue un famoso físico estadounidense. A lo largo de su vida, su labor científica fue destacada y variadísimo: desde su trabajo en electrodinámica cuántica (que lo hizo ganar Premio Nobel de Física en 1965) hasta su participación en el Proyecto Manhattan, pasando por sus contribuciones a la computación cuántica y los primeros desarrollos de nanotecnología. Fuera de sus logros académicos, que no fueron pocos, uno de los factores que dio renombre a Feynman fue su gran sentido del humor y su extraordinaria capacidad de poner la ciencia en palabras claras, informales y divertidas. Además de su notable habilidad para la divulgación científica, Feynman se convirtió en una figura popular (bastante raro para un científico) por ser un profesor querido y admirado y un talentoso músico amateur.

Entre las muchas pláticas y conferencias que impartió a lo largo de su vida, en 1963 Feynman fue invitado a dar la serie de conferencias "John Danz" a la Universidad de Washington, que en conjunto se titularon "A Scientist Looks at Society". Éstas están publicadas en el libro "The Meaning of it all", que terminé hoy por mañana y que recomiendo ampliamente a todo aquel espíritu con curiosidad científica.

En la primera conferencia, "The Uncertainty of Science", Feynman profundiza en los distintos significados del término ciencia (ciencia como método, ciencia como cuerpo de conocimiento y ciencia como tecnología) y del importantísimo papel que juega la duda en dichos significados. La ciencia, señala el autor, es el poder para hacer algo, y el producto de este poder no puede ser considerado bueno ni malo por sí mismo, si no por el uso que se le dé (lo cual queda enteramente en manos del hombre).´"The Uncertainty of Values" es el título de la segunda conferencia, mi favorita. En ella, Feynman reflexiona sobre la relación entre religión (más particularmente la dimensión moral de ésta) y ciencia. ¿Por qué un científico encuentra difícil tener creencias religiosas tradicionales? ¿Qué es aquello que la ciencia aporta a la vida de las personas que les impide creer en dios? Lo que ocurre, según el autor, es que cuando el estudiante de Ciencia entra a la universidad, ciertos conocimientos (el tamaño del universo, por ejemplo) suelen tener un fuerte impacto sobre sus ideas religiosas. En la tercera conferencia, "This Unscientific Age", Feynman retoma ciertos temas que llaman su atención y habla sobre ellos de una manera informal y agradablemente desordenada. Él mismo lo advierte en un principio: esta conferencia está dedicada a mostar cuán ridículas pueden ser las conclusiones de un científico.

A pesar de que este libro no ha recibido las mejores críticas (acaso se pierde mucho de la voz al papel), en lo personal me dejó más de una idea dando vueltas en la cabeza. Me gustó particulamente la insistencia con que nos advierte sobre los peligros del absolutismo, tanto en términos científicos como políticos o religiosos. Como buen liberal, Feynman enfatiza que el Estado no puede ni debe interferir de ningún modo con la investigación científica, con la determinación del valor artístico de ciertas obras ni con la validez de doctrinas históricas o filosóficas. Por si esto fuera poco, Feynman tiene el gran mérito de comunicar ideas "científicas" a personas que, como yo, no les es fácil adentrarse en ellas. Estoy segura de que este libro les dará, al menos, material para quedarse pensando toda una tarde junto a una taza de té verde con jazmín como la que me estoy tomando en este momento.

11.20.2008

Me inspiraría en la física cuántica (la ciencia de las probabilidades)

Partiría en un largo viaje. Se lo explicaría todo a mi padre. Él intentaría detenerme. Partiría. / Buscaría amores poco serios. Tiempo después, los abandonaría. / Reconocería mi egoísmo con descaro. Algunos lo aplaudirían. Un puñado de hipócritas me mirarían alarmados. / Criticaría a Dios abiertamente, pero intentaría pactar con Él una tregua. Me detendría a observarlo todo con más cuidado, acaso notaría equilibrio en algunas cosas. Exasperada de mi vida, me disfrazaría del vecino bigotón, del acróbata mudo, de la más enamorada de las colegialas, del señor que vende cacahuates japoneses. Adoptaría nuevas costumbres. Otro corazón me palpitaría. A ese otro ritmo perdonaría a mis padres. Dictaría testamento. MUTIS.
-IZM
(La imagen viene de http://www.threadless.com/)

11.05.2008

Kenzaburo Oé (1935) nació en la isla de Shikoku, en Japón. Estudió Literatura francesa en Tokio, y a partir de entonces ha dedicado su vida a la creación literaria. Su vida y su obra, como la de muchos otros japoneses de su tiempo, estuvieron marcadas por el fin de la Segunda Guerra Mundial y el brusco derrumbamiento de su país. Acaso es por esto que su literatura trata precisamente sobre la pérdida y la condición de desamparo que ésta genera en el hombre moderno. Los libros de Oé están unidos a su vida de una manera que ocurre con pocos escritores. En ellos habitan seres monstruosos, bandas de matones que atacan por el gusto de hacerlo y solemnes individuos que vomitan estrepitosamente en medio de una importante reunión de trabajo. Con el horror como columna vertebral, en “Una cuestión personal” Oé nos ofrece una muestra de lo que él mismo vivió con el nacimiento de su hijo Hikari, que nació con problemas de autismo, deficiencia visual, epilepsia y una limitada capacidad de coordinación física. Hoy en día es un músico de gran renombre.

Revisando la biblioteca de mi mamá encontramos varios libros de este japonés de nombre melodioso, pero en su momento no me llamaron la atención y no me llevé ninguno a casa. Pocos meses después “Una cuestión personal” llegó a mi buró, inoportuno e insistente como lo son solamente las grandes obras.

**************************************
“Una cuestión personal” es un libro provocador hasta el extremo. Cuenta la historia de Bird, un joven profesor de inglés obsesionado con viajar a África cuya mujer da a luz a un bebé con una extraña deformación craneal. La breve novela empieza con el nacimiento de el monstruo, como lo llama varias veces su padre, y narra el escalofriante camino hacia la aceptación de su infortunio. Durante tres días y sus noches Bird huye hacia el interior de sí mismo, en un descenso profundo a los infiernos de su desgracia. Sus compañeros: sexo, alcohol, violencia y Himiko –“criatura que ve el fuego”- , una misteriosa amiga que decide emprender el viaje con él. La travesía resulta intensa y accidentada, pero corta: tras varios días de desear la muerte de su hijo y de esperar –inclusive en sueños- la llamada del médico que la confirme, un Bird exhausto y demacrado toma la decisión de resolver el asunto por sí mismo. Contar lo que sucede después sería revelar demasiado.

La historia de Bird nos dice mucho sobre la debilidad humana ante la desgracia, y también sobre su contra cara: la grandeza de espíritu que suelen mostrar quienes son tocados por ella. Para Bird, su hijo es su espejo: el bebé cuya cabeza deforme le recuerda su propia deformidad moral, y también la posibilidad luminosa de vencerla.