Yo viajo todos los días. Instalada en el más común de los lugares comunes, puedo decir que lo hago cada noche al tomar mi libro y convertirme, al menos por unos minutos, en otra. Disfrazada he descubierto rincones de ciudades que mis ojos no han visto, desde Alifbay hasta Zemrude. He caminado con Auster por las calles de Nueva York, me he maravillado con los relatos de los habitantes de Comala, he volado con El Principito de planeta en planeta y he corrido sin cansarme la larguísima distancia que hay entre la Tierra de Nunca Jamás y el País de las Maravillas.
Además de la sonrisa de mi madre, no hay nada que atesore más que esos recorridos. Es por eso que decidí dedicar este espacio a ellos, en un intento por compartir aquello que, de cierto modo, le da sentido a mi vida. Bienvenidos. Estoy segura que siempre habrá alguien dispuesto a empacar sus maletas y emprender el viaje conmigo.

1.14.2009

Pantalón blanco y vestido corto de florecitas de colores

El luto no se lleva en la ropa //
Lejos de llevarse en la ropa //
A quién se le ocurre que el luto pueda llevarse en la ropa //

El luto se lleva en ________.
En el paso lento al doblar la esquina o desdoblarla
en el sabor ______ del pan por las mañanas
en la poesía seca o trunca o mutilada
y en lo negro de un corazón que late con repugnante culpa.

- Z

1 comentario:

Ysusi dijo...

Me gusta mucho. Mucho.