Yo viajo todos los días. Instalada en el más común de los lugares comunes, puedo decir que lo hago cada noche al tomar mi libro y convertirme, al menos por unos minutos, en otra. Disfrazada he descubierto rincones de ciudades que mis ojos no han visto, desde Alifbay hasta Zemrude. He caminado con Auster por las calles de Nueva York, me he maravillado con los relatos de los habitantes de Comala, he volado con El Principito de planeta en planeta y he corrido sin cansarme la larguísima distancia que hay entre la Tierra de Nunca Jamás y el País de las Maravillas.
Además de la sonrisa de mi madre, no hay nada que atesore más que esos recorridos. Es por eso que decidí dedicar este espacio a ellos, en un intento por compartir aquello que, de cierto modo, le da sentido a mi vida. Bienvenidos. Estoy segura que siempre habrá alguien dispuesto a empacar sus maletas y emprender el viaje conmigo.

11.20.2008

Me inspiraría en la física cuántica (la ciencia de las probabilidades)

Partiría en un largo viaje. Se lo explicaría todo a mi padre. Él intentaría detenerme. Partiría. / Buscaría amores poco serios. Tiempo después, los abandonaría. / Reconocería mi egoísmo con descaro. Algunos lo aplaudirían. Un puñado de hipócritas me mirarían alarmados. / Criticaría a Dios abiertamente, pero intentaría pactar con Él una tregua. Me detendría a observarlo todo con más cuidado, acaso notaría equilibrio en algunas cosas. Exasperada de mi vida, me disfrazaría del vecino bigotón, del acróbata mudo, de la más enamorada de las colegialas, del señor que vende cacahuates japoneses. Adoptaría nuevas costumbres. Otro corazón me palpitaría. A ese otro ritmo perdonaría a mis padres. Dictaría testamento. MUTIS.
-IZM
(La imagen viene de http://www.threadless.com/)

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